En el Chile de hoy, no se puede ser exitoso ya que eres apitutado o pillo. No se puede tener dinero, ya que eres sinvergüenza y si cometes el error de armar un nuevo emprendimiento, eres traficante o quizás qué, pero, en resumen, los miopes chaqueteros de siempre, comienzan su ola de desprestigio, ya que por su mediocridad no logran salir adelante y eso para ellos, es un insulto.
Profesor Especialista en Currículum y Evaluación
Doctor en Educación y Desarrollo
Que pasó con el Chile de antes, en que los vecinos se conocían, la gente se saludaba en la calle. En aquel Chile que si alguien era exitoso se le felicitaba y trataba de imitar, en lugar de destruirlo.
Nuestra sociedad claramente ha cambiado, no todos, pero existe una minoría, que se escuda en el anonimato tras un computador o celular por medio de las redes sociales, intentando hacernos creer que son mayoría, que son los salvadores, mientras que las personas buenas, simplemente por la vorágine diaria y el stress, optan por guardar silencio o se alejan, antes que a ellos les ocurra lo mismo, por el temor al desprestigio y/o a represalias de estos personajes siniestros, que por lo general se escudan además en algún partido político o tras las polleras de alguna autoridad.
En el Chile de hoy, quienes engañan, estafan y perjudican, no tienen sanción alguna, pero quienes hacen las cosas bien, quienes son honestos, son bichos raros, son puestos en tela de juicio y metidos en el mismo saco de quienes nada de ética tienen, lo que se agrava, con el mal actuar de los mediocres y envidiosos que no son capaces de salir adelante con esfuerzo, sino que esperan todo se les de hecho o gracias a algún favor político.
En el Chile de antes la palabra valía. La palabra era seguridad y garantía, pero hoy, la palabra parece no tener valor. La familia era el centro de todo. La amistad, la lealtad y la honestidad eran valores intransables… ¿Qué nos está pasando como sociedad?, que normalizamos lo que no aprobamos. Normalizamos lo que nos hace ruido y permitimos que pocos se conviertan ficticiamente en muchos.
Para muestra un botón: En el Chile de antes, Carabineros era motivo de orgullo no sólo para Chile, sino que un ejemplo mundial y hoy, se festeja cuando les agreden, cuando asaltan los destacamentos policiales, olvidándose que son la principal barrera que tenemos contra la delincuencia… delincuencia que las autoridades no han tenido los pantalones para frenar… Entiendo la molestia de muchos por el mal actuar de algunos funcionarios de la policía, pero al igual que al inicio de estas líneas, no debemos permitir que pocos, nos hagan parecer que son muchos. No por el mal actuar de pocos funcionarios, vamos a despedazar a una institución completa que tantas alegrías antaño nos dio.
Es hora de que el Chile de hoy, retome los valores del Chile de ayer y protejamos para nuestros hijos y nietos a Chile, de aquellos que ni a su madre respetan… Necesitamos dejar un Chile próspero, un Chile respetuoso, un Chile para todos y con todos.