Volcán Osorno, mayo de 1999
“Pero sucedió que el principito, después de haber andado mucho tiempo, por la arena, las rocas y la nieve, descubrió por fin el camino. Y los caminos llevan siempre hasta los hombres.”
ANTONIE DE SAINT EXUPERY
Yo soy un canis vulgaris. Conocido por niños, visitantes y escaladores, como “el Ene”, ya que llegué a este lugar (1.200 m.s.n.m.), un día que no recuerdo y que no fue significativo para nadie. Solo se, que en este lugar habían unas manos y voces cálidas, a las que no les importó que yo llegara sin dientes, con el cuello sangrante (después de estar amarrado y colgado no se cuantos días), una oreja rota y un tajo grande en uno de mis costados. Por supuesto que mi carta de presentación no era de las mejores, y mi imagen dejaba bastante que desear. Con estos antecedentes dejaba entrever que no era “de los trigos muy limpios” que digamos. Y como era un vulgar desconocido o sea un N.N., por eso mi amo me bautizó como “el Ene”.
Leer más